Crítica de Crimen con vista al mar: un plan todo incluido... que no alcanza a ser de cinco estrellas

Carlos Torres y Ana Bolena Meza son pareja en la película y los que más piel muestran. 

Empieza prometiendo mucho, se embolata en la mitad y al final medio se salva. Una película irregular, que no convence como thriller y se mete en los terrenos de la comedia como tabla de salvación, sin que por ello resulte un esperpento. Entretenida, en todo caso.

Así es Crimen con vista al mar, la coproducción colombo-española que se ha promocionado como "el debut cinematográfico de Jorge Enrique Abello", como si esto fuera lo único que mereciera resaltarse. Claro, el espectador colombiano promedio no sabe quién es el actor español Carmelo Gómez, protagonista de incontables películas, así que ni paga mencionarlo. En cambio, ¿quién no sabe quién era don Armando el de Betty la fea y el hoy terrorífico profesor de actuación de Protagonistas de Nuestra Tele?

Carmelo Gómez y Jorge Enrique Abello.

La película trata sobre la desaparición de una joven turista española en un hotel del Caribe colombiano y el afán de un detective (Carmelo Gómez) por esclarecerlo. La diferencia con otras películas que plantean un crimen como base argumental, es que en esta el espectador ya sabe de antemano quién cometió el delito, por lo que ya no importa tanto saber quién fue, sino más bien cómo lo van a descubrir y qué podría pasar después.

De ahí que el thriller se desdibuje un poco y suceda entonces que el detective recién llegado impregne todo de comedia gracias a sus particulares métodos para interrogar a los sospechosos, lo cual funciona en manos de Gómez. Así, más que perder el cauce, la película se reacomoda con una mezcla de tonos que despista un poco.

Lo que sí encuentro verdaderamente cuestionable es la debilidad de algunas situaciones que no resultan muy creíbles que digamos. El conjunto en sí resulta forzado en aras de mantener el suspenso, suscitar nuevos crímenes por asuntos de celos y deudas, y que todo se enrede un poco más para finalmente dar con un desenlace que resulta poco novedoso.

¿Qué decir de Jorge Enrique Abello? Encaja perfecto en su papel de arrogante dueño de hotel que evade las preguntas del investigador. Katerine Vélez es la típica turista de libro en mano que mete las narices en todo, Luis Fernando Hoyos es el tipo de no fiar, mientras que Carlos Torres y Ana Bolena Meza -y las dos actrices españolas que se portan como auténticas golfas- son los más ligeritos de ropa.

Injusto sería decir que esta película no entretiene, y muy complaciente afirmar que es lo último en guarachas. Crimen con vista al mar viene siendo como un plan todo incluido... de tres estrellas si mucho. Un paseo a la Costa donde se pasa bueno sin mucha novedad.

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