miércoles, 12 de febrero de 2014

Con la partida de Pacheco se fue también gran parte de nuestra infancia frente al televisor


"¿Pacheco, quiere cacao?", "Pacheco, deme la O", "Los mismos 300 pesitos" y "Eso es correcto" son frases que nos recuerdan a Fernando González, para todos Pacheco, y nos remiten a una época dorada de la televisión colombiana que coincide también con nuestra infancia, al menos con la mía. 

Eran tiempos en los que solo había dos canales o cadenas (la primera y la segunda; que más tarde fueron el Uno y el A) y en alguno de los dos veíamos a Pacheco con Animalandia, los sábados por la mañana; El programa del millón, los domingos por la noche; Charlas con Pacheco, cualquier día de semana cerca de la medianoche, y muchos otros espacios en los que animó, preguntó o hizo reír con sus payasadas.

El rostro y la voz de Pacheco, tan familiares para tantas generaciones, hacía rato no nos acompañaban en la pantalla chica. Después de pasar varios años enfermo y alejado, este martes se fue a descansar del todo. Tenía 81 años, pero daba la impresión de haber tenido muchos más porque yo siempre lo vi viejito, como un abuelito.

La partida de Pacheco es también un poco la partida de nosotros mismos, de muchos de nuestros recuerdos y vivencias frente a la pantalla del televisor. Con él se va la televisión que disfrutábamos en familia, todos reunidos esperando su llamada millonaria de los domingos. Eran épocas de pocas opciones: dos canales, un solo televisor en la casa... Vivíamos encariñados con Pacheco y sus programas. 

Siempre amable, lo recuerdo cruzándose vainazos con Jota Mario. Alejado de las vanidades, sacaba lo mejor de sus entrevistados en Charlas con Pacheco. Y era tan natural y espontáneo que se veían muy reales sus conversaciones con la lorita de Quiere cacao

Pacheco nos marcó de la mejor manera y por eso siempre le estaremos muy agradecido. Paz en su tumba.


Recomendados:






Videos: