martes, 28 de mayo de 2013

Crítica de Rápidos y furiosos 6: ¿con autos, carrotanques y aviones, para qué una trama con sentido?


Con casi 500 mil espectadores en su primer fin de semana en Colombia (ver noticia) y un total de 317 millones de dólares recaudados en todo el mundo (ver cifras), Rápidos y furiosos 6 le ha sabido ganar la carrera a todas las películas en cartelera, con mucho más de lo que esperaban los fieles seguidores de la saga.

Y es que no estamos hablando ya de un grupo de corredores de autos clandestinos que presumen de ser los más rápidos y furiosos. Eso de jugar con carritos les ha quedado corto y por eso en esta sexta entrega había que llegar más lejos. ¿Qué tal meterle autos de última generación que envidiaría el mismísimo Batimóvil, además de carrotanques y un avión de carga?

Todo es posible con el director Justin Lin, quien ha dirigido Rápidos y Furiosos desde la tercera entrega en 2006 y cada vez se impone menos límites con el propósito de agotar la adrenalina de los espectadores. Así pues, lo que vemos en estos 130 minutos de película es una continua descarga de disparos, puños, patadas, persecuciones, saltos y explosiones. Justo lo que el espectador quiere ver.


¿Y qué queda al restar los trepidantes momentos de acción? Los chistes del simpático del combo, las típicas fanfarronadas de sujetos musculosos y las parejitas enamoradas al calor de la barbacoa. El misterioso regreso de la sexy Letty (Michelle Rodríguez), a quien daban por muerta y ahora pelea al lado de los malos, tiene un tratamiento más flojo e inverosímil que de telenovela mexicana de los ochentas.

El guión parece hecho a las carreras, como todo aquí. Y es que encontrarle sentido a la trama no tiene ningún sentido y no merece desgaste mental cuando muy bien sabemos que aquí lo que importan son las explosiones y el derroche de testosterona para emocionar a hombres y mujeres por igual.

¿A quién no le gustaría tener los bíceps de Dom Toretto (Vin Diesel) o la espectacular esposa de Brian (Paul Walker), aparte claro de sus costosos automóviles y los paseítos por las mejores playas y ciudades del mundo? Sí, la misma estética del reguetón para no ir muy lejos.

Entretenida la película, sí. ¿Que aporte algo realmente valioso para el cine o para la vida? Mmm, definitivamente no. La emoción termina con los créditos finales que, a propósito, anuncian alargue con una séptima entrega a la que se unirá otro rápido y furioso héroe de acción de Hollywood: Jason Statham, el mismísimo de El transportador.

 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Crítica de Iron Man 3: una lata de película y no traten de convencerme de lo contrario


Con el perdón del carismático Tony Stark y sus eufóricos e incondicionales fans, tengo que decir que no me gustó Iron Man 3. Así de simple. Y al calificarla de "lata" no estoy haciendo un juego de palabras por la composición metálica del superhéroe, sino que realmente la película me pareció aburrida e insustancial.

Por supuesto que tiene sus buenos momentos y los efectos especiales están mejor que nunca, pero eso para mí no ha sido suficiente. El guión se me antoja inverosímil, forzado y frívolo, más de lo que estoy dispuesto a tolerar considerando que Iron Man, y concretamente el millonario Tony Stark, nunca se toma nada en serio. Bien sabemos que su riqueza lo convierte, además de excéntrico y cínico, en un ser invencible.

Es cierto que en esta tercera entrega vemos a un Tony más humano y vulnerable, caído en desgracia para luego redimirse y triunfar, igual que el Batman de las últimas entregas y muchos otros superhéroes porque la fórmula no varía mucho.


Tan atractiva es esa faceta de debilidad como el humor presente en personajes desfachatados como el Mandarín o la aparición de la ácida Joan Rivers (The Fashion Police), entre otros chistes. Hasta ahí vamos bien.

Lo que no me convenció mucho fue el perfil del villano Aldrich Killian (Guy Pearce) y el extraño virus que lo afecta. Tampoco me ha gustado el destino casi trágico de Pepper (Gwyneth Paltrow) y la forma tan facilista como se resuelve su situación. La película se pone tan ligera y gratuita que termina anulando la emoción.

Llena de altibajos, por no decir que es mala es esta Iron Man 3. Entretiene por los efectos y porque Tony es el carisma en pasta, pero el argumento, a mi gusto, raya con lo descabellado. Y es que el exceso de hierro y la falta de vitaminas también puede ser perjudicial para la salud. O al menos puede producir somnolencia.