jueves, 20 de junio de 2013

Mis primeras impresiones de La Prepago, la nueva telenovela del Canal RCN

Comenzó este miércoles 19 de junio en el Canal RCN la telenovela La Prepago, no exenta de la vieja y conocida polémica de por qué tantos dramatizados en Colombia sobre lo mismo: cuando no son narcos, entonces son putas.

Y es que si repasamos la lista sobre mujeres de la vida fácil que protagonizan series y telenovelas encontramos a Sin tetas no hay paraísoLas muñecas de la mafia y más recientemente La Promesa y La Diosa Coronada, esta última todavía al aire en el Canal Caracol.

La Prepago es protagonizada por una poco conocida Lilo de la Vega, una bumanguesa que en realidad se llama Sandra de la Vega y es comunicadora social como el personaje que interpreta en esta producción grabada hace ya dos años. En el primer capítulo pudimos ver su talante como actriz y la verdad, no lo hace nada mal. A mí me pareció simpática, aunque la critiquen en las redes sociales por no tener grandes pechos según el prototipo de las fufurufas de alto nivel.


Digamos que ella es la gran novedad de esta telenovela porque de resto todas son caras conocidas y repetidas en casi los mismos roles: el noviecito rico de la prepago es interpretado por Andrés Sandoval, a quien la productora Teleset no desampara y aparece hasta en la sopa: no hace nada lo veíamos en Tres milagros y Corazones blindados.

Otro que ya está cansando a los televidentes es Julián Román. El martes fallecía en el papel de Carlos Castaño en Tres Caínes y al día siguiente "reencarnaba" en el taxista amigo de la prepago. Nadie duda de su talento, pero sería bueno que se tomara unas vacaciones para no saturar... Nada raro que después de La prepago lo volvamos a ver en La Pago y La Pospago, jiji


¿Arrepentida e inculpada?


La Prepago arrancó de una vez con tragedia y arrepentimiento: en pleno coito a la muchacha se le murió el paciente, digo, el cliente. Resulta que él era un senador de la República y por eso ella, muerta del susto, salió corriendo del hotel. La trama sugiere que la van a inculpar de homicidio, aunque la verdad es que el tipo estiró la pata por la emoción (y por una pastilla que se tomó). 

Gemidos y contorsiones tuvo esa escena de cama, bastante subida de tono para las 10:30 de la noche cuando los niños todavía andan despiertos por ahí...

Yo pregunto: ¿Será que toda la novela va a girar en torno a la lucha de la pelada por demostrar su inocencia? Si es así, el título de La Prepagono sería más que un truco publicitario para armar polémica pues lo que uno esperaría ver es a una muchacha brincando de cama en cama sin descaro a lo largo de los 60 capítulos que va a durar la telenovela.

Parece que el tema de la corrupción dentro del sector de la minería entrará a jugar parte de la historia. Resulta interesante porque es un asunto grave de la realidad colombiana y sin duda menos tocado y manoseado que el de las prepago que ya nos tiene mamados.