domingo, 7 de julio de 2013

Crítica de Guerra Mundial Z: mucho presupuesto para una sosa película con zombis


Fíjense que en el título me refiero a "una película CON zombis" pues no me atrevería a decir que Guerra Mundial Z es una película DE zombis. Esta superproducción de 200 millones de dólares protagonizada por Brad Pitt está más cerca del cine de acción "apta para toda la familia" que al verdadero género del terror, empezando porque la sangre y el gore brillan por su ausencia.

Por otro lado, los zombis de esta película no son los sujetos lentos y torpes que siempre hemos conocido en las películas clásicas del subgénero, entre ellas las de George A. Romero. Si se hubieran remplazado estos zombies ágiles y rápidos por hormigas o un ejército de monstruos el resultado habría sido casi el mismo.

Guerra Mundial Z es, pues, una ostentosa película de acción cargada de efectos visuales capaces de convertir a los zombies en una devoradora plaga que acaba con el mundo entero mientras una ejemplar familia estadounidense intenta ponerse a salvo.

Son los primeros 15 minutos lo más emocionante de la película, pues no le permiten al espectador un solo respiro mientras la ciudad es un completo caos y los zombis les pisan los talones a los protagonistas.

Cuando al fin son rescatados, resulta que al padre, Gerry Lane (Brad Pitt), que es un experto investigador de la ONU, le encargan la urgente misión de salvar al mundo. Su esposa e hijas quedan a salvo en un refugio en altamar, pero solo mientras él consiga la solución. Regresar victorioso es la única salida para volver a estar todos juntos...

De ahí en adelante, lo habitual de las cintas de acción: viajes por diferentes países, escenas imposibles dentro de aviones, aterrizajes de infarto, compañeros de batalla malheridos, enfrentamientos cara a cara con el enemigo y soluciones audaces por no decir "traídas de los cabellos".

Pero es que además de lo inverosímil de varias situaciones planteadas, la película pierde emoción por sus personajes planos y su convencionalismo dentro del cine de acción, lo que termina por convertirla en algo repetitivo e indiferente para el espectador. Me importa un pepino lo que le pase a Brad Pitt, pues sobrevivirá una vez más.  

En esta película se repite lo de muchas: ofrece desbordantes efectos especiales para entretenernos un rato, pero realmente es poco aportante para la evolución del cine.

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