El joven músico belga Stromae con su canción Carmen y el director de cine francés Silvayn Chomet (Las trillizas de Belleville, 2004) unieron talentos para el videoclip de dicho tema que propone una reflexión bastante interesante sobre la adicción a las redes sociales.
Personificando a Twitter como un pájaro azul que poco a poco va creciendo y convirtiéndose en un villano, la canción (que es una versión electrónica de Carmen de Georges Bizet) advierte sobre lo que podría pasarnos por estar todo el tiempo pegados de las redes sociales: perder a nuestros amigos y quedarnos solos hasta morir.
Letra de la canción, traducida al español:
El amor es como el pájaro del Twitter
nos enamoramos solo 48 horas,
después hablamos, luego nos seguimos
nos resquebrajamos y acabamos solos.
Cuidado con lo que haces
y con los que has dado like.
Las sonrisas de plástico
suelen ser golpes de hashtag.
Cuidado con lo que haces,
tus amigos, colegas o seguidores
cometéis errores, cotizáis al alza.
Ten mucho cuidado
si te quieres a ti mismo,
ten cuidado conmigo
si me quiero a mí mismo,
ten cuidado con nosotros,
ten cuidado con ellos
ten cuidado con vosotros
y cada uno consigo mismo.
Y así es como todos nos queremos,
nos queremos, nos queremos.
Y así consumimos, consumimos,
consumimos, consumimos.
Y así es como todos nos queremos,
nos queremos, nos queremos.
Y así consumimos, consumimos,
consumimos, consumimos.
El amor es el hijo del consumo
siempre, siempre querrá elegir.
¿Quieres que los sentimientos
se caigan del camión?
La oferta y la demanda como única ley.
Ten cuidado con lo que haces,
yo ya conozco los peligros.
He guardado mi ticket
y si hace falta, me voy a cambiar.
Ten cuidado con lo que haces
si hace falta, iré a vengarme
de ese pájaro de mal agüero,
le meteré en una jaula
le haré cantar solo para mí.
Ten mucho cuidado
si te quieres a ti mismo,
ten cuidado conmigo
si me quiero a mí mismo,
ten cuidado con nosotros,
ten cuidado con ellos
ten cuidado con vosotros
y cada uno consigo mismo.
Y así es como todos nos queremos,
nos queremos, nos queremos.
Y así consumimos, consumimos,
consumimos, consumimos.
Un día te compras, otro día me quieres,
un día abandonas, otro día pagas,
ya verás, un día nos amaremos
pero antes reventaremos todos como ratas.