¿Un superhéroe que es una hormiga? Parece descabellado, pero ahí tenemos a Spiderman, que es medio araña, y al Chapulín Colorado, que es un grillo de lo más típico. Las hormigas son capaces de levantar 50 veces su propio peso y son muy buenas trabajando en equipo. ¡Ahí está la gracia de Ant-Man!
Protagonizada por el simpático Paul Rudd -el nuevo galán reclutado por Marvel-, Ant-Man ha resultado ser toda una sorpresa en las películas de cómics por su tono cómico y relajado, mucho más que el que se permite, por ejemplo, su colega Iron Man. Cuando una escena de lucha dentro de una habitación de niña nos recuerda más a Toy Story que a Los Vengadores, eso da cuenta del desparpajo de esta cinta.
No es solo cuestión de efectos que Ant-Man cautiva los sentidos. Desde Querida encogí a los niños (1989) no veíamos semejante destreza para recrear ambientes diminutos. Y no hablemos de escenarios subatómicos porque la cosa se pone psicodélica. ¿Quién no se ha imaginado qué puede ser más pequeño que un átomo?
Paul Rudd es Scott Lang y Michael Douglas es el doctor Hank Pym. |
Hablemos de la trama. Es quizá lo más flojo porque es más de lo ya conocido; difícil apartarse de la fórmula de las películas de superhéroes que no abandona los ingredientes básicos: el sujeto anónimo y perdedor en la vida que termina asumiendo el reto de superhéroe, el científico de moral intachable y lleno de secretos (interpretado por un formidable Michael Douglas), un traje como arma invencible, el villano que desea apoderarse de ella, el fantasma de la orfandad, la venganza con los hijos... Y resulta imposible apartarse de los clichés racistas. Me refiero a los latinos que hablan hasta por los codos (como Sofía Vergara en Modern Family) y creen en todo tipo de supersticiones.
Pero Ant-Man es muy divertida y el elenco, irresistible, empezando por la siempre bella Evangeline Lilly en un personaje que seduce y promete mucho en posteriores entregas porque vendrán muchas, que no quepa la menor duda.
Este bicho de Ant-Man se ha salido con la suya y ojalá obtenga el puesto que merece dentro de la horda de superhéroes que cada vez más invade la gran pantalla. De todas formas, una hormiga cabe en cualquier lado.