Este domingo el programa La Red emitió una reveladora entrevista al famoso coreógrafo Nerú, recordado por haber sido jurado de Bailando por un sueño (2006), en la cual asegura haber cambiado física y espiritualmente con la ayuda de Dios, lo que incluye dejar de ser homosexual.
Después de haber tenido una vida lujuriosa y llena de pecados, como él dice, y de "vivir escondido bajo una máscara" con lentes de contacto, cabello teñido y demás, Nerú expresa el deseo de formar una familia con esposa e hijos, convertirse en pastor y escribir un libro para contar en detalle todo lo que vivió.
Reveló que fue abusado sexualmente cuando estaba niño, situación a la que atribuye haberse vuelto homosexual porque "ese fue el patrón que seguí, un patrón que no era el mío", según sus propias palabras. O sea, en su caso él no nació gay sino que "lo hicieron" gay.
"Dios cogió a Adán y le quitó una costilla para acompañar al hombre. Dios no se quitó todas las costillas para sacar una transexual, una travesti, una lesbiana... O sea, no se quitó todas las costillas, se quitó una costilla, una mujer, y para todo hombre hay una mujer", asegura el artista.
Por supuesto, tales declaraciones han generado una gran polémica en las redes sociales. Mientras unos apoyan su conversión a Dios y el haberse "curado" de la homosexualidad, otros creen que su testimonio atenta contra la comunidad LGBTI y sus derechos conquistados, al basarse en unos argumentos puramente religiosos que tradicionalmente han considerado la homosexualidad como algo pecaminoso o como una enfermedad que se puede curar.
Cabe recordar que en 1973, la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos, y en 1974, la Organización Mundial de la Salud, determinaron que la homosexualidad no es una enfermedad mental. Pese a ese avance, al menos 78 países tienen leyes que criminalizan las relaciones consensuales del mismo sexo entre adultos.
¿Le lavaron la cabeza a Nerú, el mismo que en 2010 se lanzara al Congreso para defender los derechos de los homosexuales? Es lo que muchos se preguntan tras ver esta entrevista. Lo cierto es que hoy en día Nerú habla con mucho convencimiento y parece sentirse mucho mejor como persona.
Su punto de vista es muy respetable y, como dijo Frank Solano ayer en La Red: "Lo maravilloso del universo donde vivimos es que todos somos diferentes... y en esa diferencia también cabe Nerú"; pero no por ello deja de ser cuestionable el sentido que sus palabras tienen en una sociedad como la actual, que ya no discrimina tanto como antes a las personas que tienen una condición sexual diferente a la que promulga la Biblia.
Vea aquí la entrevista completa en La Red
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