Una de las mejores películas estrenadas últimamente en Colombia es No se aceptan devoluciones, coescrita y dirigida por el comediante mexicano Eugenio Derbez, quien consigue convertir su debut cinematográfico en la película mexicana más taquillera de la historia. Sí. Yo también pensé, al ver el tráiler, que se trataba de una comedia del montón, pero estaba muy equivocado. La verdad es que salí de la sala gratamente conmovido.
Para empezar, conviene saber que esta es una comedia dramática, es decir, que aparte de risas ofrece una historia lo suficientemente dramática como para arrugar el corazón y hacer que se nos suelte alguna lágrima, sobre todo en el sorpresivo desenlace. Ya lo verán.
No se aceptan devoluciones es mucho más de lo que nos muestra el tráiler: la historia de un joven mexicano medio gracioso al que le toca hacerse cargo de su pequeña hija, la misma que años más tarde será reclamada por la madre gringa que la abandonó.
La trama resulta ser mucho más que eso y Derbez, aunque abusa del melodrama y cae en ciertos clichés, sabe cómo sorprender al espectador evitando a toda costa que descubra la "verdad". Porque como en toda telenovela mexicana que se respete, aquí también hay "una verdad" que el protagonista oculta todo el tiempo con el loable propósito de hacer feliz a su pequeña hija, lo que irremediablemente también nos recuerda a la entrañable La vida es bella de Roberto Benigni.
Escenas realmente graciosas, chistes a la mexicana, personajes bastante peculiares (como el camionero, la anciana rica o el papá de Valentín) y actuaciones sobresalientes como las de la niña Loreto Peralta completan el entretenido cóctel de No se aceptan devoluciones.
Al final de todo es una película llena de sentimiento y lecciones de amor que muchos podrán calificar de sensiblera o melodramática, pero que consigue revolvernos un poquito el alma, algo tan escaso en el cine por estos días. Recomendada para ver en familia, como una opción distinta a la insulsa El paseo 3.
Sinopsis: Narra la historia de Valentín, mujeriego, soltero y egoísta que sorpresivamente tiene que hacerse cargo de su pequeña hija a la que no conocía, producto de una aventura ocasional. Decidido a devolver a la niña con su madre, emprende un viaje con ella a Los Ángeles, pero la experiencia de convivir con su hija lo transforma en lo más íntimo.