Resulta que cuando se acabó el show, Laura se fue al camerino, se quitó la ropa y se puso una bata. Como el público le pedía otra canción, la cantante salió de nuevo y empezó a cantar Jamás abandoné, cuando de repente, al subir una escalera y dar la vuelta, la bata se le abrió y mostró más de la cuenta.
Dos días después del concierto apareció el video en YouTube y suma ya más de un millón de vistas, lo que confirma lo curiosos -y morbosos- que somos los seres humanos.
Ahora bien, lo que realmente se ve no es mucho. Digo, allí apenas medio se nota una sombrita y por eso la duda de muchos: ¿llevaba pantis color carne o estaba completamente depilada?
Si es esto último, ¡enhorabuena!, pues acaba de romperse el mito de las italianas peludas que por años nos vendió el cine erótico.
Pero lo mejor de todo el incidente fue lo que dijo Laura, cuando ya no había nada que hacer: "Si han visto, han visto... Yo la tengo como todas... ¡Buenas noches!".
En conclusión, lo de Laura Pausini no fue un "oso peludo", para nada.
El destape está en el minuto 3:09...